Estas ilusiones son posibles gracias a que nuestro cerebro necesita interpretar la realidad de una forma más fácil, aunque dicha interpretación no sea tan real. Pero con eso ahorra tiempo y esfuerzo, a esto se le llama economía cognitiva. La economía cognitiva nos permite reducir esfuerzo en actividades que no son tan necesarias en un momento dado y ocupar ese recurso en otras que son más importantes.
Listo para ver si tu cerebro puede ser engañado, aquí vamos.
Este es el efecto más fácil, aunque sabes que ahí hay una persona, tu cerebro insiste en ver el muelle y el mar.
Aquí es dónde engañar a tu cerebro se vuelve más fácil. ¿Creerías que el centro del cubo superior es del mismo color que el centro del cubo inferior?
Para comprobarlo solo tienes que colocar tu dedo índice en el centro de ambos.
Después del ejemplo anterior tal vez te sea más fácil creer que el rectángulo de en medio del lado izquierdo es del mismo color que el rectángulo del lado derecho. Aún, si lo quieres comprobar, puedes colocar una hoja de papel en blanco sobre la imagen y hacer agujeros en donde se encuentra cada rectángulo
El siguiente es aún más difícil de creer, pues seguramente la tonalidad del cuadro A se ve muy diferente a la del cuadro B, pero como lo estarás pensando, sí, son del mismo color. Si lo quieres comprobar puedes colocar tu dedo menique entre ambos cuadros, o bien, puedes utilizar la técnica de la imagen anterior.
Es probable que estés aquí por el siguiente efecto. Ahora podrás ver mejor que todos los círculos son del mismo color.
Finalmente llegamos a una imagen que si bien tiene colores, su efecto se asocia a otro fenómeno, el cansancio visual. Cuando nuestra vista se cansa, nuestra economía cognitiva decide eliminar de nuestro enfoque aquello que tiene menos importancia, por ello, si mantienes tu vista en la siguiente imagen por al menos 30 segundos verás como tu cerebro decide desaparecerla magicamente.
Ahora que entiendes un poco mejor a tu cerebro, comprenderás por que un especialista siempre te recomendará no ver televisión o tener otro estímulo distractor mientras intentas concentrarte, es posible que cometas más errores. Sin embargo, puedes echar mano de una buena música que ayude a tu concentración
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