Se suele creer que meditar es tratar de deshacerse de pensamientos o sentimientos, y no es así. O se cree que es tener solo pensamientos maravillosos o sensaciones de paz, y tampoco es así. Meditar es establecer una relación diferente con nuestros pensamientos.
Digamos, por ejemplo, que has estado recibiendo noticias sin cesar. No es de extrañar que tu mente se fije en lo que podría suceder, como por ejemplo ¿Qué sucedería si la vida nunca volviera a la normalidad? La meditación es una forma de conciencia plena que nos permite ver lo que sucede ahora sin distorsionarlo. No es que no surjan cosas difíciles, porque surgen. Pero no tenemos que agrandarlas. En conciencia plena, aprendemos a sentir una gran variedad de emociones y sensaciones físicas sin permitir que nos envuelvan, y sin tratar de evitarlas.
Al principio, su propósito era ayudar a profundizar la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas de la vida. En la actualidad, la meditación se utiliza con mayor frecuencia para relajarse y disminuir el estrés.
La meditación es un tipo de medicina complementaria para cuerpo y mente. Puede ayudar a que te relajes profundamente y a calmar tu mente.
Durante la meditación, concentras tu atención en algo. Delimitar los pensamientos que llenan tu mente y te causan estrés, reenfocando conscientemente. Este proceso puede mejorar tu bienestar físico y emocional.
La meditación en movimiento cambia el paradigma de que la meditación solo puede realizarse en quietud. Esta práctica se basa en la concentración y la consciencia durante el movimiento, permitiendo así una conexión profunda con el cuerpo y el momento presente.
La meditación en movimiento fusiona la atención plena y la respiración controlada con movimientos físicos conscientes para potenciar la conexión mente-cuerpo.
Aunado a esto, la meditación en movimiento se puede integrar fácilmente en la vida cotidiana, ya sea en tareas diarias o específicas del yoga, fomentando un estado meditativo constante.
El objetivo es mantener la atención consciente a medida que el cuerpo se mueve, reconociendo la unidad entre la mente y el cuerpo, y alcanzando un estado de calma a través de la actividad física.
+La meditación en movimiento vincula la consciencia plena con la actividad física.
+Las prácticas varían desde tareas diarias hasta secuencias estructuradas como el yoga.
+Fomenta la calma y la presencia conectando la mente y el cuerpo en la cotidianidad.
El movimiento consciente es fundamental; cada gesto y transición se realiza con plena atención, incentivando una experiencia de consciencia en la ejecución de las posturas y movimientos.
Las sensaciones físicas se convierten en el foco, permitiendo que la persona esté totalmente presente en cada acción.
Durante la meditación en movimiento, la atención plena es esencial. Se debe mantener una concentración continua en la respiración controlada, la cual sirve como anclaje para la mente.
La respiración se sincroniza con los movimientos, creando un ritmo que facilita la entrada en un estado meditativo. Esta atención permite a la persona observar y aceptar sus pensamientos o emociones sin juzgarlos, enfocándose en la respiración y las sensaciones del cuerpo.
Los beneficios de esta de la meditación activa incluyen una mejora en la concentración, la reducción del estrés y un incremento en la sensación de bienestar general.
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