Las siguientes alternativas van dirigidas al momento en que surgen, se manifiestan o se intuyen pensamientos suicidas.
Primero debes saber que:
No está sólo/a. Busque un/a amigo o amiga, un familiar, o terapeuta y trasládele sus inquietudes.
No mantenga en secreto sus pensamientos sobre el suicidio.
Los pensamientos suicidas normalmente están asociados con problemas que pueden resolverse.
Si no se le ocurre ninguna solución, no significa que no haya soluciones, sino que ahora no es capaz de verlas.
Los tratamientos psicoterapéuticos ayudarán a encontrar y valorar las opciones adecuadas.
Las crisis de suicidio suelen ser pasajeras. Aunque ahora sienta que su abatimiento no va a terminar, es importante reconocer que las crisis no son permanentes.
Los problemas rara vez son tan graves como parecen a primera vista. Las cosas que ahora parecen insuperables (problemas financieros, pérdida de un ser querido, etc.) con el tiempo, serán seguramente menos graves y más controlables.
Las razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles. Piense en las cosas que le han sostenido en los momentos difíciles: familia, aficiones, proyectos para el futuro.
Las siguientes orientaciones pueden ayudar a combatir los pensamientos de suicido:
Recuerde que no es beneficioso actuar de forma impulsiva, con el tiempo el pensamiento del suicidio desaparecerá.
Lo más importante es abrirse a los demás y comunicar sus pensamientos a alguien en quien confíe, o a algún/a profesional de la salud.
Mantenga a mano una lista de personas con las que pueda hablar cuando tenga pensamientos suicidas.
Elabore un listado de servicios 24 horas que atienda estas situaciones.
Llegue a acuerdos con personas cercanas para llamarles en caso de que intente autolesionarse.
Dele a su terapeuta los datos de un/a amigo/a, familiar u otra persona que le pueda ayudar.
Distánciese de cualquier medio con el que pueda hacerse daño.
Evite el consumo de alcohol u otras drogas.
Evite hacer cosas que no le salen bien o encuentra difíciles hasta que se encuentre mejor.
Planifique actividades diarias, escríbalas y póngalas en un lugar visible.
Incluya al menos dos actividades diarias, de más de media hora cada una, que le gusten.
Procure hablar y relacionarse con otras personas. Si sigue un tratamiento por enfermedad mental ha de hablar con su médico/a.
Cuide su salud física, vigile su alimentación y realice alguna actividad deportiva sencilla.
Intente mantenerse activo/a y ocupado/a.
Participe en actividades culturales, deportivas, de ocio.
En caso de autolesionarse o sentir un peligro inminente de hacerlo, diríjase al servicio de Urgencias del Hospital o del Centro de Salud más próximo o llamar a urgencias.
¿Te identificas con estos pensamientos? ¿Tienes algún familiar con estas características? ¿Necesitas apoyo o te gustaría una asesoría psicológica? Agenda tu cita con nosotros, tenemos a los expertos en el tema. O bien, escribe un tema en nuestro foro de deiscusión y nuestros expertos podrán darte recomendaciones y sugerencias
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